El estado habitual es totalmente seco debido a su régimen estrictamente torrencial, que condiciona la existencia de caudal únicamente a cortos períodos de tiempo asociados a lluvias torrenciales. Existen dos marmitas residuales que tienen agua de forma permanente, aunque pueden evitarse cómodamente gracias a los pasamanos instalados.
El principal atractivo del barranco de Fleix es su gran cascada de 58 metros de altura. Como no tiene demasiada entidad por si mismo, lo ideal es combinarlo con el descenso del barranco del Infierno.
Las reuniones se encuentran ubicadas fuera de la caída de agua, para poder así realizar el descenso en los momentos que corra agua por el barranco, no obstante, el descenso sí que se realiza por dentro del agua. Resulta un barranco ideal para practicar el descenso de grandes cascadas, con el aliciente añadido de las reuniones colgadas, que obligan a quedarse en mitad de la pared durante el descenso. El resto del barranco tiene menos interés, aunque el cauce está bastante formado y los rápeles restantes son bonitos, especialmente los que tienen instalados los pasamanos para evitar las marmitas residuales.
En la parte final del descenso el cauce se encuentra bastante vestido por la vegetación, aunque prácticamente no llega a molestar en ningún momento.(texto de Andrés Martí, publicado en su magnifica reseña de este barranco) ver reseña
- 12/11/2006 report de la actividad
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